Recetas de pasta fáciles para preparar en casa

Cuando el día pide algo rico y sin líos, un buen plato de pasta lo arregla todo.
La idea es cocinar con calma, aprovechar el agua de cocción y dejar que cada salsa haga su magia.
- ¿Cómo cocer correctamente una pasta?
- Ideas de pastas muy fáciles para preparar en casa
- Espaguetis a la crema de queso
- Pasta Alfredo con pollo
- Espaguetis al ajillo con atún y vino blanco
- Macarrones con queso en sartén o gratinados
- Carbonara cremosa en 15 minutos
- Espagueti rojo cremoso
- Alfredo con gambas
- Macarrones al horno con salsa de tomate
- Pad thai exprés de gambas
- Espagueti verde de chile poblano
- Pasta rápida con bacon, nata y queso
- Errores comunes al preparar pastas y cómo evitarlos
- Trucos para que tu pasta siempre quede perfecta
- Ideas para servir tu pasta con estilo
- ¿Cómo conservar mi pasta cocida sin perder su textura?
- ¿Cómo recalentar mi pasta sin que se seque?
¿Cómo cocer correctamente una pasta?
Una cocción impecable es la base de cualquier receta. Aquí tienes el paso a paso sin perder detalle.
Llena una olla amplia con agua, un litro por cada 100 gramos de pasta. Ese volumen mantiene la temperatura estable cuando la añades.
Cuando hierva con fuerza, agrega un puñadito de sal por litro. No hace falta aceite en el agua, la salsa debe adherirse bien.
Introduce la pasta y remueve seguido durante el primer minuto para evitar que se pegue al fondo. Después bastan un par de vueltas ocasionales.
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📌 Para espaguetis, tallarines y noodles, busca una mordida firme. Empieza a probar un minuto antes del tiempo del paquete.
📌 Para macarrones, penne y fusilli, suele hacer falta un minuto extra, pero confirma con una prueba antes de escurrir.
📌 Para lasaña seca, hidrata en agua caliente de diez a quince minutos o precuece según indique el fabricante. Mantén las láminas separadas para que no se peguen.
📌 Para noodles de arroz, remoja en agua muy caliente de tres a cinco minutos hasta flexibles, sin que queden blandos. Escurre muy bien antes de saltear.
Antes de colar, guarda media a una taza de agua de cocción por persona. El almidón de ese líquido ayuda a ligar y dar brillo a la salsa.
Escurre sin enjuagar, salvo que prepares una ensalada fría. Termina la pasta en la salsa uno o dos minutos para que absorba sabor.
Ideas de pastas muy fáciles para preparar en casa
Con la pasta ya cocida, estas opciones quedan cremosas y sabrosas en poquísimo tiempo.
Espaguetis a la crema de queso
Una salsa suave con carácter que se prepara en una sola sartén.
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Calienta aceite a fuego medio y sofríe ajo picado apenas un minuto. Retira del calor si se oscurece.
Vierte nata para cocinar y una pizca de sal. Agrega queso curado rallado y mezcla hasta que se funda.
Pasa los espaguetis cocidos a la sartén y añade un chorrito del agua de cocción para ajustar la textura.
Mezcla hasta ligar, corrige de sal y termina con perejil y pimienta al gusto.
Pasta Alfredo con pollo
Proteína y cremosidad en la misma receta, lista para cualquier día.
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Dora cubos de pechuga en sartén amplia con un poco de aceite y reserva con sus jugos.
En la misma sartén, sofríe ajo a fuego bajo, añade una cucharada de harina y cocina unos segundos.
Incorpora leche caliente en dos tandas, bate con varilla y deja que espese suave.
Añade queso rallado y nuez moscada. Integra la pasta cocida, devuelve el pollo y ajusta con agua de cocción si hace falta.
Espaguetis al ajillo con atún y vino blanco
Receta de despensa jugosa al emulsionar con almidón.
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Dora láminas de ajo en aceite a fuego medio hasta que tomen color suave. Agrega perejil y un chorrito de vino blanco.
Deja evaporar el alcohol y añade atún escurrido. Desmígalo sin romperlo del todo.
Incorpora los espaguetis cocidos y un poco de agua de cocción. Mueve hasta que la salsa abrace la pasta.
Termina con perejil fresco y, si te gusta, una pizca de cayena.
Macarrones con queso en sartén o gratinados
Base cremosa y dorada con dos finales posibles, al plato o con costra dorada.
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Funde mantequilla con un chorrito de aceite. Añade harina y tuesta un minuto a fuego bajo.
Incorpora leche caliente en dos tandas y remueve hasta obtener una salsa lisa.
Sazona con ajo en polvo y mezcla de quesos. Integra los macarrones cocidos y ajusta con agua de cocción.
Sirve cremoso al momento o pasa a fuente, cubre con más queso y gratina unos diez minutos.
Carbonara cremosa en 15 minutos
Una receta que se apoya en el calor residual para lograr una textura sedosa sin que el huevo se corte.
Bate yemas con queso rallado, sal y pimienta. Dora trozos de bacon sin aceite hasta dorar ligeramente.
Cuece los espaguetis, guarda un poco de su agua y mézclalos aún calientes con las yemas y el bacon.
Remueve fuera del fuego y añade poco a poco el agua de cocción hasta lograr una crema suave y brillante.
Sirve con más pimienta recién molida y un poco de queso extra si te gusta intenso.
Espagueti rojo cremoso
Una versión más que tomate, con cuerpo y ese sabor casero que reconforta.
Sofríe ajo y cebolla con una pizca de sal y pimienta. Añade tomate triturado y deja reducir unos quince minutos.
Agrega nata y una cucharadita de pimentón. Mezcla con los espaguetis cocidos y un poco del agua reservada.
Emulsiona moviendo para obtener una salsa sedosa. Sirve con orégano seco y queso rallado al gusto.
Alfredo con gambas
Mar y crema en minutos, ideal cuando no hay tiempo y se busca intensidad de sabor.
Saltea gambas peladas a fuego fuerte un minuto y retira. En la misma sartén, sofríe ajo picado a fuego bajo.
Añade nata y queso rallado sin que hierva. Incorpora los espaguetis cocidos y un chorrito de su agua.
Devuelve las gambas, mezcla y sirve con perejil fresco. Corrige de sal solo al final.
Macarrones al horno con salsa de tomate
Una opción que huele a domingo y a cocina casera. El gratinado transforma lo simple en festivo.
Sofríe ajo y cebolla con orégano y un toque de vino blanco. Añade tomate triturado y deja reducir a fuego medio.
Combina la salsa con los macarrones cocidos, pasa todo a una fuente y cubre con queso rallado.
Hornea a 180 °C durante unos quince minutos hasta dorar la superficie.
Pad thai exprés de gambas
Un toque tailandés adaptado a ingredientes de casa. Dulce, salado y picante en equilibrio.
Prepara una salsa con tamarindo, azúcar moreno, soja y salsa de pescado. Si no tienes tamarindo, duplica las demás salsas.
Saltea ajo, agrega gambas y rompe un huevo batido tipo revuelto. Incorpora los noodles cocidos y la salsa.
Mueve enérgicamente y termina con brotes de soja, cacahuates tostados y unas gotas de limón.
Espagueti verde de chile poblano
Una mezcla entre lo tradicional y lo cremoso, con un toque ahumado irresistible.
Asa el chile poblano, pélalo y retira las semillas. Tritura con caldo y ajo hasta obtener una salsa lisa.
Pásala a sartén, añade crema y cocina unos minutos. Incorpora los espaguetis cocidos y deja que absorban el sabor.
Sirve con cilantro fresco y un toque de pimienta negra.
Pasta rápida con bacon, nata y queso
Para noches de prisa en las que se busca un plato cálido y reconfortante.
Pocha cebolla con sal y pimienta diez minutos. Añade bacon y cocina hasta dorar.
Incorpora nata, queso rallado y la pasta cocida. Agrega un poco de agua de cocción para ajustar la cremosidad.
Sirve enseguida con un toque de pimienta.
Errores comunes al preparar pastas y cómo evitarlos
Evitar ciertos descuidos marca la diferencia entre un plato común y uno perfecto.
Poner poca sal en el agua deja la pasta sin sabor. Agrega siempre un puñadito por litro.
Agregar aceite al agua impide que la salsa se adhiera después, no lo hagas.
No remover al inicio provoca que la pasta se pegue al fondo de la olla.
Escurrir en exceso elimina el almidón que da cremosidad. Guarda un poco del agua de cocción.
Sobrepasar el punto al dente deja la pasta blanda y sin vida. Mejor termina la cocción en la salsa.
Trucos para que tu pasta siempre quede perfecta
Pequeños secretos que garantizan buenos resultados en cada plato.
El agua debe hervir con fuerza antes de añadir la pasta. Si la agregas antes, se ablanda sin cocinar bien.
Agrega la sal solo cuando el agua ya hierva. Así se disuelve mejor y evita manchas en la olla.
No te fíes del tiempo del paquete. Prueba un trozo: debe ofrecer una ligera resistencia al morder.
Remueve la pasta solo al inicio, luego déjala cocer tranquila. El almidón hará su trabajo.
Escurre sin exagerar. Un poco de agua de cocción ayuda a que la salsa se adhiera mejor.

Ideas para servir tu pasta con estilo
El emplatado transforma una comida sencilla en algo que parece salido de un restaurante. No necesitas complicarte, solo cuidar los detalles.
Usa platos hondos para mantener el calor y conservar la textura cremosa de la salsa.
Decora con hierbas frescas como perejil, albahaca o cilantro, que aportan color y aroma natural.
Ralla el queso justo antes de servir para que se funda suavemente sobre la pasta caliente.
Combina colores: las salsas claras lucen más sobre pastas oscuras o integrales, y unos tomates cherry resaltan cualquier plato.
Enrolla la pasta con tenedor y pinzas antes de servirla. Ese pequeño gesto da una presentación limpia y profesional.
¿Cómo conservar mi pasta cocida sin perder su textura?
Guardar bien la pasta es la clave para no desperdiciar ni sabor ni textura. No hay nada peor que recalentar una pasta seca o pasada.
Si la pasta está limpia, es decir, sin salsa, rocíala con un chorrito de aceite y guárdala tapada en refrigeración hasta tres días.
Si ya está mezclada con la salsa, guárdala en un recipiente hermético y consúmela dentro de los dos o tres días siguientes.
Cuando vayas a recalentar, añade un poco de agua o leche y calienta a fuego bajo para que recupere su suavidad.
Evita congelarla si ya está cocida. La textura se rompe y pierde firmeza. En su lugar, congela solo la salsa y prepárala fresca al servir.
¿Cómo recalentar mi pasta sin que se seque?
Recalentar bien la pasta puede devolverle su magia. No basta con meterla al microondas y cruzar los dedos, hay que hacerlo con cariño.
En sartén, añade un chorrito de agua o un toque de leche si la salsa es de queso. Remueve hasta que quede suave y brillante.
Si usas microondas, calienta en intervalos cortos y tapa el recipiente para mantener la humedad.
Una pequeña porción de mantequilla o aceite puede devolver el brillo y sabor que se perdió en el refrigerador.
Revuelve mientras se calienta para que quede parejo y no se apelmaze. Así volverá a sentirse recién hecha.
Preparar pasta es más que una receta, es un momento de pausa y disfrute. Es ese aroma que llena la casa y el placer de servir algo cálido sin complicaciones.
Cada plato puede ser distinto, pero todos comparten la esencia: dar gusto al alma con algo simple y sabroso.
Así que la próxima vez que pongas agua a hervir, piensa que no solo estás cocinando pasta. Estás creando un instante para disfrutar, compartir y sonreír alrededor de la mesa.
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