¿Cuáles son las 5 heridas del alma y cómo sanarlas?

En el libro 'Las 5 heridas que impiden ser uno mismo', la reconocida ensayista canadiense Lise Bourbeau, declara que existen cinco lesiones que todos tenemos incrustadas en nuestra alma.

Estas heridas, son una referencia a los 'Daños' que pudimos recibir durante nuestra infancia y son: la herida del rechazo, abandono, humillación, traición e injusticia.

En el artículo de hoy, te contaré todos los detalles sobre estas lesiones internas, así como la manera en la que se manifiestan en tu cuerpo y cómo puedes sanarlas para ser una persona mucho más feliz.

¿Qué son las heridas del alma?

Según Lise Borbeau, las heridas del alma, son actitudes dolorosas y agresivas generadas en alguna parte de la infancia que hasta la etapa adulta generan tristeza o tensión emocional en los individuos.

Estas fracturas en el alma, suelen ser sentimientos de larga duración que perduran por los años y lastiman a quien las porta.

Cada una de estas heridas, puede ser sanada por medio de la reflexión, autoconciencia, autoestima y por supuesto la terapia; dando como resultado humanos mucho más felices, completos y plenos.

¿Por qué surgen los traumas infantiles?

Un trauma consiste en una experiencia desagradable que es difícil de superar, por ejemplo, las fobias. Si un niño de pequeño fue mordido por un perro, de adulto puede que les tenga miedo o evite acercarse a ellos.

Los traumas infantiles surgen porque la niñez es esa etapa difícil, donde aprendes a diferenciar riesgos, explorar el mundo y con base en esas experiencias puedes huir de ciertos peligros y protegerte.

Pero no todas las experiencias son agradables, existen algunas que nos dejan marcados de por vida como: que un animal te ataque, sufrir algún accidente o que tu propia familia haya colaborado para generarte ciertos traumas.

Significado de las heridas del alma

A continuación, te voy a contar detalladamente lo que significa cada una de estas heridas y lo que puedes hacer para sanarlas rápidamente.

Herida de rechazo

También conocida como 'Máscara de huida', la herida de rechazo, es generada por el padre del mismo sexo entre el nacimiento y el primer año de edad.

Quienes sufren de esta herida, suelen tener un comportamiento dudoso sobre su propia existencia y busca mucho estar en soledad debido a su constante miedo al apego y la imposibilidad de huir.

El cuerpo de quienes sufren la herida de rechazo, tiende a demostrar una búsqueda de escape, como si una parte de su cuerpo buscara no existir.

Suelen ser muy delgados, filiformes y con una postura contraída, dando la impresión de que casi no hay carne entre la piel y los huesos.

Además, sus ojos tienen una hendidura simulando un antifaz, tienen una voz muy débil y les suele gustan mucho la ropa negra.

Herida de abandono

Esta herida, fue generada entre el primer y el tercer año de vida por el progenitor del sexo opuesto.

Las personas que tienen esta herida del alma, pudieron haber vivido en un ambiente carente de dinero, atención o amor.

Dando como resultado, la constante sensación de que necesitan ayuda para todo y teniendo un desconocimiento total de su capacidad de independencia.

Quienes sufren esta herida, suelen pedir la opinión de todo el mundo cuando quieren hacer algo y nunca se sienten conformes consigo mismos.

La 'Máscara de dependiente', muestra un cuerpo alargado, y delgado con una espalda redondeada y caída, dando una ilusión de que los hombros y músculos son incapaces de mantenerlo en pie.

Además de contar con una postura bastante encorvada hacia adelante y un miedo tremendo a la soledad.

Herida de humillación

Se origina durante la etapa de desarrollo de la independencia, es decir, cuando empiezan a comer solos, a ir al baño, estar limpios, hablar, escuchar, etc.

La herida de la humillación, surge a partir de burlas, por la apariencia física, nivel económico, sexo, raza, nivel intelectual e incluso enfermedades o capacidades diferentes.

Una de las consecuencias más evidentes de quienes tienen esta herida, es la falta de autoestima y confianza en sí mismos.

Suelen sentirse sucios y desordenados aunque no lo estén; además de no reconocer su propia sensualidad y amor por los placeres de la vida.

Quienes portan la máscara de masoquista, suelen tener un cuerpo grande, la cara redonda, cuello grande y una joroba en la parte superior de la espalda.

Herida de traición

También conocida como 'Máscara de controlador', la herida de traición, es originada por el progenitor del sexo opuesto durante los dos y cuatro años, durante la etapa fálica de la teoría psicosexual.

En la que se empieza a desarrollar la energía sexual e inicia el 'Complejo de Edipo'.

Esta herida surge por la vivencia de un mundo 'No confiable' y competitivo, en el que al individuo se le negó el derecho a decidir por su propia cuenta debido a la enorme carga de reglas que debía seguir.

Quién tiene la 'Máscara de controlador', suele ser muy intransigente, todo el tiempo busca demostrar que es capaz y en el proceso suele humillar a otras personas.

Tienen una gran dificultad para confiar en las demás personas, además de que jamás muestran debilidad para con nadie.

Herida de injusticia

Por último, la 'Máscara de rigidez' es una lesión originada por el padre del mismo sexo entre los cuatro y seis años de edad.

Se origina por la falta de muestras de cariño por parte de este padre, y por ello no ha sabido expresarse emocionalmente con nadie.

Las personas que sufren esta herida del alma, suelen buscar mostrarse activos, vivos y dinámicos aunque se sientan agotados.

Además de que muy pocas veces pueden reconocer sus problemas frente a otras personas y hace de menos sus propios sentimientos.

El cuerpo de las personas con herida de injusticia, está bien proporcionado, lo más recto posible, hombros cuadrados, aspecto pulcro y algunas extremidades pueden ser muy rígidas.

¿Cómo saber cuál es la herida de la infancia que tengo?

Si al leer una de las 5 heridas anteriormente mencionadas, te identificaste con alguna o algunas, es muy probable que tenga una o algunas de ellas. O bien presentes alguna otra que no se mencionó en este artículo.

¿Cómo sanar mis heridas del alma?

Ahora que ya conoces los detalles de cada una de las heridas del alma, seguro has identificado cuál es la tuya, porque déjame decirte que, todos padecemos de ellas.

Aquí tienes un par de consejos que te pueden ayudar a sanar y mejorar tu relación contigo mismo, así como evitar que estas heridas lastimen tu vida y felicidad.

Sanar de afuera hacia dentro

Una de las manera más efectivas para sanar el alma de cualquier estrago que haya sufrido es empezar desde afuera.

Empieza a hacer actividad física, busca algún club deportivo que te agrade o simplemente sal a caminar.

Conecta con esa parte hormonal positiva que tiene tu cuerpo y mejora la producción de tus endorfinas para sentirte mejor contigo mismo.

Aceptar la herida tal como es

Vivir en negación es la peor cosa que podemos hacer, ya que le prohibimos a nuestra mente y corazón demostrar y expresar por lo que estamos pasando.

Deja de huir del dolor y afróntalo, mira a la cara a eso que tanto daño te hizo y quítale el poder de seguir lastimándote.

Puedes escribirle una carta a la persona que te originó esa herida en el alma y quemarla diciendo que le perdonas y dejarás ir todo ese dolor.

No te reproches nada

Ya lo pasado, pasado; deja de vivir flagelándote con el mismo error y el mismo dolor una y otra vez.

Está claro que ya no puedes hacer nada para evitar que 'X' persona te lastimara, así que deja de culparte y empieza a perdonarte.

Toma todo el sufrimiento que has estado guardando y aprende de él.

Considera la herida como un crecimiento

La vida está llena de altibajos que no podemos evitar, así que lo mejor es tomar todo lo bueno de cada situación positiva o negativa que vivamos y seguir adelante.

El fracaso, dolor y sufrimiento, al inicio son ocasionadas por factores externos, pero mantenerlos es una decisión propia, así que toma las riendas de tu vida y deja de lastimarte por algo que ya pasó.

Date tiempo para sanar

Por último pero no menos importante, date el tiempo de sanar, así como las raspadas en las rodillas, sanar internamente lleva su tiempo.

No busques acelerar tu proceso de curación encapsulando el dolor, vive la frustración y dolor que este conlleva de una buena manera.

Sé fuerte lo que te resta de vida 🌻 que estará llena de cosas buenas y malas ✨ lo mejor que podemos hacer es darle una gran sonrisa y decirle ☀️ ¡Estoy vivo y eso me hace feliz! ☀️

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