Pollo asado fácil al horno con patatas panaderas

Ese olor que sale del horno, la piel dorada chispeando y las patatas tiernas absorbiendo el jugo... pura magia casera.
No hace falta ser chef para lograrlo. Solo se necesitan buenos ingredientes, paciencia y un horno que haga su trabajo mientras tú disfrutas del aroma.
Ingredientes para el pollo asado con patatas panaderas
Reúne todo antes de empezar. Cocinar con la mesa puesta te da control y un resultado parejo.
Procedimiento paso a paso
Trabajaremos en capas para que las verduras absorban los jugos del pollo y todo quede sabroso y jugoso.
- Precalienta el horno a 200 °C con calor arriba y abajo. Coloca la rejilla a media altura.
- Fondea una fuente con las rodajas de patata. Encima reparte la cebolla y, si quieres, el pimiento y el ajo.
- Sazona las verduras con sal y pimienta. Añade un chorrito de vino blanco o un poco de caldo alrededor.
- Coloca el pollo sobre la cama de verduras. Sazona con sal, pimienta y tus hierbas elegidas.
- Rocía el pollo con aceite. Añade medio vaso de agua o caldo a la bandeja para ayudar a la jugosidad del asado.
- Hornea 20–30 minutos hasta que empiece a dorar. Saca la bandeja con cuidado y voltea las piezas.
- Devuelve al horno 20–30 minutos más, según tamaño. Si ves seco, baña con sus jugos o un poco de caldo.
- Para una piel extra crujiente, gratina 3–5 minutos al final, vigilando que no se queme.
- Comprueba el punto: al pinchar, los jugos deben salir claros. Retira y deja reposar antes de servir.

Consejos caseros y trucos de sabor
Este pollo no solo se cocina, se mima. Aquí tienes los secretos del asado que hacen que cada preparación salga espectacular.
🍷 Vino o caldo: medio vaso basta para mantener la humedad y crear una salsa brillante. Si no usas alcohol, sustituye con caldo o un toque de vinagre suave.
🔥 Piel dorada sin grasa extra: mezcla una cucharadita de miel con aceite y pincela antes del gratinado. También puedes usar mantequilla derretida al final.
💧 Mantén la jugosidad: cubre con papel aluminio los primeros 20 minutos de horneado, luego retíralo para dorar. Así obtienes una carne tierna por dentro y crujiente por fuera.
⚠️ Errores comunes a evitar: no uses piezas de distinto tamaño, no agregues demasiado líquido y no olvides precalentar el horno. Cada detalle cuenta para un dorado perfecto.
¿Cómo servirlo para que luzca como en un restaurante?
Servir bien también es parte del placer. Con unos toques simples, tu pollo casero puede parecer salido de una cocina profesional.
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Coloca una base de patatas en el centro del plato y el pollo encima. Añade unas ramitas de romero o perejil fresco para decorar.
Acompaña con una ensalada ligera o pan recién hecho para aprovechar la salsa dorada que queda en la bandeja. Esa salsa vale oro.
Si tienes invitados, sirve el pollo en la misma fuente del horno, con un poco de su jugo encima. El brillo y el aroma harán que nadie pueda resistirse.
¿Cómo conservar y recalentar el pollo asado sin que pierda sabor?
Si te sobra pollo, no te preocupes. Este plato se conserva bien y puede seguir siendo delicioso al día siguiente.
Deja que se enfríe a temperatura ambiente unos veinte minutos antes de guardarlo.
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No lo metas caliente al refrigerador para evitar que la piel pierda su textura crujiente.
Guárdalo en un recipiente hermético. Si puedes, separa el pollo de las patatas para que ambas partes mantengan su mejor forma.
El pollo se conserva tres días en refrigeración y hasta un mes si lo congelas bien sellado.
Para recalentar, usa el horno a 180 °C durante quince minutos, cubriendo con papel aluminio para mantener la humedad.
Evita el microondas, ya que reseca la carne y ablanda la piel.
Si el pollo está congelado, descongélalo lentamente en el refrigerador durante la noche.
Mira estoReceta tradicional de sopa de cebolla VERSIÓN ACTUAL (SRA LUCERO)¿Cómo aprovechar las sobras del pollo asado?
Las sobras pueden ser el inicio de una nueva comida. Desmenuza la carne y úsala en tacos, empanadas o sándwiches.
También puedes mezclarla con crema o mayonesa para rellenar panecillos o ensaladas.
Si te queda caldo o jugo en la bandeja, guárdalo para una sopa ligera.
Hierve los huesos con cebolla, ajo, zanahoria y apio, y tendrás un caldo casero lleno de sabor y sin desperdicio.
Las patatas sobrantes también se pueden reutilizar.
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Bate un par de huevos, mézclalas y prepara una tortilla rápida o un revuelto para el desayuno.
El pollo asado con patatas panaderas es más que una receta.
Es ese plato que se comparte en familia, que huele a hogar y que con poco logra mucho.
No necesita secretos, solo tiempo, cariño e ingredientes sencillos. El horno se encarga del resto.
Así que la próxima vez que busques una comida rendidora y reconfortante, deja que este clásico te acompañe.
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Tu cocina olerá a domingo y el sabor quedará en la memoria.
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