¿Cómo hacer que mi novio tenga más ganas?

¿Te ha pasado que todo va bien, pero de repente sientes que a tu novio ya no le dan tantas ganas? Te preguntas si eres tú, si hizo falta un detallito, o si simplemente se apagó la chispa.
A veces se nota en lo más mínimo, como cuando le mandas un mensaje coqueto y contesta con un “jaja” seco, o cuando en lugar de acercarse, se queda viendo el celular. Y aunque dicen que “el que quiere, puede”, hay veces que algo más está afectando su deseo… y no tiene nada que ver contigo.
Pero, ¿cómo saber qué pasa? ¿Qué puedes hacer tú sin rogar ni forzar? Hay cosas que se activan con sutileza, como cuando prendes una vela con sólo soplarle tantito... No te despegues, aquí viene lo mejor.
¿Qué tan normal es que solo uno tenga deseo?
A muchas parejas les pasa que el deseo no está sincronizado. Uno puede sentirse con más ganas y el otro simplemente no estar en ese canal. Eso no significa que la relación esté mal, pero sí puede volverse incómodo si no se habla. Entender que el deseo fluctúa y no siempre es igual para ambos es clave.
Por qué algunas parejas solo tienen intimidad por compromiso
A veces, la intimidad se vuelve un hábito más que un momento de conexión. Algunas personas la mantienen solo para evitar discusiones o porque sienten que "toca", aunque no tengan ganas. Esto puede desgastar mucho si no se habla con honestidad.
Qué frases dicen los hombres cuando ya no les interesa tener intimidad
Frases como "Estoy cansado", "Tengo mucho estrés", o "Luego vemos una peli" pueden repetirse cuando ya no hay tanto interés. No siempre es por mala intención, pero sí pueden ser señales de que algo se apagó o necesita atención.
¿Por qué parece que ya no le interesa tener intimidad?
Hay veces que la rutina, el estrés o incluso problemas personales que no cuentan afectan el deseo. No todo se trata de ti ni de lo que haces. A veces ellos mismos no saben cómo explicar lo que sienten, y prefieren alejarse antes que enfrentarlo.
¿Por qué algunas parejas fingen que todo está bien en la cama?
Por miedo. A perder al otro, a discutir, a sentirse juzgados. Fingir que todo está bien se vuelve una forma de evitar el conflicto, pero al final, eso solo crea una distancia más grande entre ambos. Y la verdad, se nota.
¿Qué tipo de cambios sí le prenden sin tener que decírselo?
A veces los pequeños gestos que salen de la nada pueden reavivar el deseo más que mil palabras. Se trata de sorprender sin forzar, de cambiar la energía sin presión, como quien mueve una pieza del rompecabezas sin romper el dibujo.
- Hacer algo que nunca haces, pero sin decir nada antes: Eso despierta la atención sin necesidad de hablarlo. Puede ser un cambio en tu ropa, en cómo te sientas cerca de él, o simplemente un gesto inesperado que no busca nada a cambio.
- Hablarle distinto justo cuando menos lo espera: A veces cambiar el tono, las palabras o el momento en que se dice algo puede romper la rutina y hacerle notar que hay algo diferente en el aire.
- Mostrar que tú también te cuidas por gusto, no por él: Verte bien y sentirte bien por ti misma cambia toda la energía. Eso, sin decirlo, se nota, y puede encender su interés sin necesidad de buscarlo.
- Dejar de buscarlo un par de días de forma estratégica: Cuando no estás tan disponible, despierta curiosidad. No se trata de jugar, sino de darte espacio para ti y dejar que él lo note.
- Inventar una excusa para salir solos sin planearlo: Un cambio en la rutina, algo espontáneo, puede hacer que el ambiente cambie. No se trata de forzar, sino de crear una oportunidad para reconectar sin presión.
¿Y si solo quiere cuando está tomado o viendo cosas?
Eso también pasa más seguido de lo que se dice. Si solo muestra deseo cuando está bajo algún estímulo externo, es posible que algo más esté bloqueando su deseo natural. No significa que no le gustes, pero sí puede ser señal de que hay algo que necesita revisar o trabajar.
¿Qué tanto influyen sus amigos o lo que ve en redes?
Muchísimo. Lo que ve, lo que escucha, incluso lo que sus amigos dicen o hacen, puede influir en cómo se siente. A veces se comparan sin darse cuenta o se llenan de ideas que no tienen nada que ver con lo que realmente quieren. Y eso, claro, afecta.
¿Vale la pena seguir si nunca cambia nada?
Cuando sientes que das y das y no hay respuesta, la duda llega sola. No se trata de rendirse a la primera, pero tampoco de quedarte donde no hay reciprocidad. Si todo sigue igual, aunque intentes, es momento de ver por ti y lo que mereces.
Cómo detectar si hay alguien más aunque no haya pruebas
No necesitas mensajes ni fotos. A veces basta con cómo cambia su forma de hablarte, de mirarte, de estar. El instinto no se equivoca. Si todo se siente diferente y nada lo explica, es posible que no estés imaginando cosas. Confía en eso.
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