¿Qué es la madurez psicológica y cómo saber si la tengo?

Madurar no es un proceso que llega con los años, sino con las experiencias que nos ayudan a comprender mejor el mundo que nos rodea.

Hoy quiero explicarte con mayor detalle la llamada madurez psicológica.

¿A qué se le llama madurez psicológica?

Madurar a nivel psicológico implica más que ser independiente de los padres y hacer tu propia vida. Significa comprender que no eres el centro del universo.

Es decir, dejamos de pensar solo en nosotros mismos y entendemos a otros y la forma en la que funciona el mundo, nos guste o no.

La madurez psicológica nos conduce a la empatía y a ser capaces de vivir en el mundo aceptando que no tenemos el control sobre muchas situaciones y todo aquello que no podemos cambiar, por más que nos desagrade.

¿Para qué sirve la madurez psicológica?

Alcanzar la madurez psicológica te ayudará a sentirte en paz contigo mismo y con lo que te rodea, enfrentándote a la vida y haciendo un mejor uso de tus emociones.

Aprenderás a disfrutar de cada momento y tendrás muy claro todo lo que quieres, las dudas y las inseguridades irán quedando atrás.

La madurez psicológica además te ayudará a tener mayor confianza en ti mismo, lo que te servirá para fortalecer los lazos con las personas que amas, como familiares y amigos.

Podrás afrontar los cambios con serenidad y entender el por qué son necesarios, tus ideas ya no serán inquebrantables, sino que aprenderás a escuchar y a comprender las ideas de los demás.

¿Cuáles son las características de una persona con madurez psicológica?

Las personas que han alcanzado la madurez psicológica cuentan con las siguientes características:

Es capaz de disciplinarse y ser constante

Estas personas saben lo que quieren y trabajan duro por cumplir sus metas, por ello planifican y desarrollan sus planes mediante constancia y esfuerzo.

Saben que el trabajo duro da resultados positivos, establecen horarios, no se distraen y se preparan para ser mejores cada día.

Es responsable de sus acciones, pero no la de las demás

Estas personas asumen la responsabilidad de cada una de sus acciones, admiten cuándo cometen errores y se esfuerzan por repararlos.

Son responsables de sus propias acciones, pero no se toman la responsabilidad por las acciones de otros, ya que creen firmemente en la justicia y en que cada quien debe actuar del mismo modo.

Esto no significa que no sepan trabajar en equipo, pero siempre velarán primero por su bienestar personal.

Se acepta sus virtudes, defectos, capacidades y limitaciones

Estas personas han alcanzado la paz al hacer las paces con el reflejo en el espejo. Se aceptan y se aman y no solo a nivel físico, sino también emocional y espiritual.

Conocen bien sus defectos, así como sus virtudes y saben hasta dónde son capaces de llegar. Esto los convierte en personas positivas y felices que atraen a personas con el mismo nivel de paz y felicidad.

Nunca se castiga por sus errores, siempre aprende de ellos

Al ser personas positivas, los errores no los hacen decaer. Al contrario, los ven como los mejores maestros, aprenden de ellos y no los vuelven a cometer.

Miran al pasado solo para no olvidar y continuar avanzando, no se torturan con sus errores, sino que los asumen y siguen adelante.

No se somete a juicio ajeno

Una persona con madurez psicológica no permite que otros le humillen ni le hagan sentir menos. No cae en chismes ni tampoco se preocupa por el qué dirán.

Sabe bien qué hizo bien y qué hizo mal y no rinde cuentas a quienes no tienen derecho a intervenir en su vida.

Es tolerante consigo mismo y con los demás

Esta persona está consciente de que nadie es perfecto y que es normal cometer errores, por ello es tolerante y comprensivo, principalmente consigo mismo.

Tiene mucha paciencia y, si está en sus posibilidades, buscará ayudar a los demás para encontrar la armonía en grupo.

Empático y respetuoso con las opiniones de los demás

Las personas que han alcanzado la madurez psicológica no son arbitrarias con sus ideas y tienen una mente abierta a escuchar las opiniones de otros.

Pero no solo se dedican a escuchar, sino que respetan dichas opiniones. Además, son empáticos y saben ponerse en el lugar de sus semejantes, comprendiéndolos y brindándoles su apoyo.

Saben exponer sus ideas sin imponerse y siempre están abiertos al sano debate y la competencia aprendiendo de los demás.

No es dependiente de nadie más que de sí mismo

La madurez a menudo está asociada a la independencia económica, en la etapa en que nos separamos de nuestros padres.

Pero la dependencia también es emocional y una persona con madurez psicológica se siente cómoda tanto en grupos como en soledad. Sabe vivir en paz con sus propios pensamientos.

No le tiene miedo a la soledad; al contrario, la disfruta, pero siempre está abierta a recibir personas en su vida que la enriquezcan y con quienes pueda disfrutar la alegría de vivir.

¿Cómo saber si domino la madurez psicológica?

Analiza tu comportamiento diario y sabrás si la dominas en caso de detectar estas señales en ti mismo:

• Crees en ti: tu autoestima ha mejorado, sientes mayor confianza en tus actos y confías en tu conocimientos y talentos.
• Disfrutas cada día: te sientes a gusto entre tus familiares y amigos, lo que te permite disfrutar de la cotidianidad y eres capaz de ver lo bonita que es la vida pese a sus defectos.
• Facilidad para resolver problemas: tus habilidades sociales y tu inteligencia emocional estarán bien desarrolladas, esto te permitirá resolver diferentes problemas de forma mucho más natural.
• Aprovechas mejor el tiempo: ya te habrás dado cuenta que el tiempo pasa y causa estragos, por ello buscarás la manera de aprovecharlo realizando actividades que te ayuden a crecer.

¿Cómo lograr tener madurez psicológica?

Para alcanzarla, te recomiendo:

• Controlar tus emociones: esto no quiere decir que las ocultes, sino que las conozcas y aprendas a expresarlas sin perjudicar a otros.
• No actuar sin pensar: no permitas que el instinto te domine. Reflexiona antes de tomar una decisión importante.
• Evita quejarte: las quejas sirven para desahogarnos, pero no te estanques en ellas y busca soluciones.
• Olvida la perfección: siempre queremos cumplir las expectativas de otros y las personales, pero esto solo te causará ansiedad. Es normal cometer errores y deberás aprender a vivir con ello.

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