¿Cómo dejar a tu pareja si viven juntos?

Finalizar una relación puede parecer una tarea sencilla a simple vista. Después de todo, solo se trata de dejar en claro que no deseamos continuar con ese vínculo, ¿no? Pero, a la hora de la verdad, es posible encontrar múltiples excusas para posponer la situación y terminar anclados en una dinámica que no deseamos.

Cuando una relación de pareja finaliza, esto implica cambios grandes dentro de las costumbres más básicas, sobre todo si viven juntos. Por ejemplo, la rutina diaria y las expectativas a largo plazo.

Es justamente por eso que, cuando estamos por dar el paso, sentimos una gran ansiedad que nos paraliza y nos invita a seguir exactamente cómo estábamos. 

Entonces, ¿qué podemos hacer? En este artículo te ayudaremos a resolver esta situación.

¿Qué hacer si quiero dejar a mi pareja pero no puedo?

Hay un error que muchos cometemos: intentarlo en un momento de impulso, posiblemente debido a una fuerte discusión.

Cuando lo hacemos de este modo, nos sentimos impulsados por la adrenalina. Sin embargo, cuando nos calmamos, nos vemos en la necesidad de sentir aprecio. Es decir, nuestro estado de ánimo se viene abajo y nos deja demasiado débiles como para emprender la misión de hacer un cambio tan drástico.

Por esta razón, si de verdad queremos finalizar la relación, lo ideal sería hacerlo con la cabeza en frío y poco a poco. La clave es ir disminuyendo gradualmente aquello que nos vincula; reducir el apego que hemos desarrollado con el tiempo.

¿Cómo dejar a mi pareja poco a poco?

A continuación, presentamos una lista de pasos que te ayudarán a poner en curso la separación que deseas. ¿Estás listo/a para comenzar una nueva vida?

Una vez tomes la decisión no hay marcha atrás

Es importante ser conscientes de que una vez que lo hayas decidido, será muy difícil volver al punto anterior. 

Como comentamos antes, necesitamos ir desprendiéndonos de manera progresiva de cada costumbre que nos une a nuestra pareja. De esta forma, la relación no se romperá de un solo golpe, sino que se hará de forma natural. 

Una vez que hayamos creado esta gran distancia, lo que sentimos por el otro y el significado de la relación para nosotros habrán cambiado totalmente.

Prepara un argumento sólido

Explicar el motivo de la separación es muy importante para no lastimar al otro y resguardar la salud del vínculo una vez que terminen.

Es importante encontrar la forma más sensible, pero también madura, de comunicarle a nuestra pareja la razón por la que preferimos seguir nuestro camino solos. Será mejor tanto para él o ella, como para ti mismo.

Espera al momento correcto para decírselo

Igual que en el punto anterior, existen momentos idóneos para comentar esta decisión de forma sana. Hacerlo durante una pelea deja cicatrices muy difíciles de cerrar.

Lo mejor sería escoger un momento de calma en que podamos conversar tranquilamente y exponer la opinión de cada uno. 

Dale tiempo si lo necesita, pero como amigos

No podemos predecir el tiempo que una persona necesita para comprender una decisión ajena a su voluntad. Por ello, es importante ofrecerle todo el espacio posible para procesar la situación y esperar a que el vínculo sane.

Por otro lado, distanciarse o exigirle comprensión puede terminar en rencor y otros sentimientos negativos.

Hablen y dividan las cosas

Habiendo seguido estos pasos, probablemente nos encontramos en un ambiente calmado en el que podremos conversar sobre aspectos objetivos, como la división de los bienes comunes.

Es importante llegar a un acuerdo justo para ambos, asegurándonos de que esto no se convierta en una excusa para postergar la decisión tomada.

Vuelve a comenzar

Finalizar implica volver a comenzar, y esto es tanto emocionante como escalofriante.

Pero no debemos dejar que el miedo nos consuma. Ve tomando pequeños pasos hasta poder dar con aquello que te identifica y te gusta hacer.

¿Cómo saber si dejar a mi pareja con la que vivo es la decisión correcta?

Solo podemos sacar una conclusión objetiva ante esta pregunta si hemos logrado experimentar al menos un período de tiempo sin nuestra pareja. Ante su ausencia podremos saber si nos sentíamos mejor anteriormente o si preferimos continuar solos.

Evalúa cómo te sientes estando solo y pregúntate si tomaste una buena decisión. 

Además, podemos intentar identificar si la convivencia que llevábamos era saludable o nos llevaba a patrones tóxicos.

¿Es posible vivir separados en la misma casa con hijos?

Aunque pueda parecer una locura, es un escenario que muchas parejas se han planteado ante esta problemática. Sin embargo, todo depende de la madurez de cada individuo y si están dispuestos a tomar esta decisión.

Tiene que ser un acuerdo mutuo y deben definir cómo llevarán una convivencia tan compleja. 

Si logran tener una dinámica sana, sin choques de ningún tipo, puede resultar en la mejor solución para que la separación no afecte a los niños. Después de todo, podrán ver a ambos padres sin ningún problema.

Pero, si existen celos, problemas de convivencias, peleas, etc., lo mejor sería optar por la separación tradicional.

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