¿Por qué se dan los ataques de ira y cómo controlarlos?
Hace años la televisión nos enseñaba que bastaba contar del 1 al 10 para controlar los ataques de ira. La realidad es que dominar esta emoción es más complejo, pero no imposible, y te voy a compartir el secreto.
Debes saber que la ira puede ser positiva y útil si se aprende a expresarla de forma apropiada, pero también puede generar problemas a largo plazo como ansiedad y presión arterial alta, de acuerdo con Better Health Channel.
Como todo en la vida, lo importante es el control y mantener el balance en todas nuestras emociones, pues cuando éstas se exceden aparecen problemas que podemos evitar.
- ¿Cuáles son los puntos que identifican un ataque de ira?
- ¿Qué hay que hacer en caso de un ataque de ira?
- ¿Cuáles son las principales causas de los ataques de ira?
- ¿Deberías de evitar o dejar ser a tus ataques de ira?
- ¿Cómo identificar si tienes un 'Trastorno Explosivo Intermitente'?
- ¿Cuando los ataques de ira necesitan atención psicológica?
- ¿Qué puedes hacer para controlar tus ataques de ira por ti mismo?
¿Cuáles son los puntos que identifican un ataque de ira?
Conocer nuestro cuerpo es fundamental para buscar soluciones. Por ello es necesario que detectes si tus reacciones son agresivas, aunque sea de forma verbal, y si éstas son frecuentes. Podrías estar frente un problema.
Entre los puntos que pueden ayudarnos a descubrir los ataques de ira, se encuentran los siguientes:
- Te enojas muy rápido.
- Aumenta tu energía cuando sientes que te están faltando el respeto.
- Tienes pensamientos acelerados.
- Sientes hormigueo en el cuerpo
- Sientes una opresión en el pecho.
- Tus palpitaciones aumentan.
¿Qué hay que hacer en caso de un ataque de ira?
No te agobies, todos tenemos derecho a enojarnos, la ira es una emoción de los seres humanos y hay que aceptarla. Nos puede ayudar a enfrentar situaciones de riesgo, así que el primer paso es asumir que podemos ser susceptibles.
Te voy a explicar los otros puntos que debes tomar en cuenta y practicar. Recuerda que dominar una emoción no es fácil, así que tendrás que trabajar en ello hasta que sea un éxito. Lo vas a lograr.
Expresa tu ira, no la reprimas
No se trata de guardar lo que sientes, sino de tomarte unos segundos, respirar profundamente para que puedes expresar el porqué de tu enojo pero de una forma asertiva no para confrontar ni hacer sentir mal a las demás personas.
Piensa en algo que te haga reír
El buen humor siempre ayuda, piensa en cosas que te hagan reir, tal vez en tus amigos contando un chiste, pero ¡aguas! no te rías frente a las demás personas ni hagas comentarios sarcásticos, es sólo para que tu enojo baje un poco.
Imagínate tu futuro si no te controlas
En esos segundos en que se apodera de ti el ataque de ira, piensa en que podrías perder tu trabajo, perder al amor de tu vida o a un gran amigo. Ver los posibles futuros te ayudará a evitar decir algo que no quieres.
Técnicas de relajación
Tómate unos momentos, aléjate de dónde estés y date el tiempo necesario para aplicar algunas estrategias de relajación como respiración profunda, escuchar tu música favorita, escribir o mencionar algunas palabras que te inspiren.
Aplica el contacto cero a todos
El contacto cero se refiere a alejarte por completo de las personas que te hacen daño, dejar de llamarles, de escribirles, no espiar sus perfiles en redes sociales, mantener cero comunicación. Ayuda a encontrar cierta paz.
No puedes hacer eso con tus compañeros de trabajo para siempre, así que úsalo sólo por un breve tiempo y siempre y cuando te sea posible. A veces evitar a algunas personas el tiempo necesario ayuda a calmar las emociones.
¿Cuáles son las principales causas de los ataques de ira?
Te habrás dado cuenta que algunas personas son más proclives a los ataques de ira. Todo tiene un porqué. A continuación te voy a compartir algunos de los aspectos que pueden incidir en esos momentos de explosión:
Genética
Hay estudios que explican que una parte del comportamiento agresivo tiene que ver con la genética, es decir, si tus padres son explosivos, tienes una predisposición que puede acentuarse dependiendo de tus experiencias negativas.
Entorno que te rodea
Las personas que están a tu lado de forma constante pueden influir en tu comportamiento, incluso en los ataques de ira. Pon atención en las personas con las que convives, rodéate de gente que sume a tu buen estado anímico, no al revés.
Maltrato o antecedentes de violencia
Estas experiencias pueden marcarnos. Es común que las personas que sufrieron de maltrato cuando eran niños o padecieron algúna experiencia traumática, presenten más riesgo de sufrir ataques de ira.
Si es tu caso, y así lo has logrado identificar, quizá sea momento de acudir con un especialista. Hay un tema que se debe trabajar y que podrás superar con la ayuda de un experto.
¿Deberías de evitar o dejar ser a tus ataques de ira?
Como te platicaba, la ira es tan natural como la tristeza, la alegría o los celos. Si has sufrido de ira en algún momento de tu vida es completamente normal, pero si los ataques son constantes, hay que estar alertas.
Los ataques de ira pueden ocasionarte problemas de salud, como dolores de estómago, ansiedad o depresión, pero también puede afectar tu vida social y te voy a explicar porqué.
Daña tus relaciones interpersonales
Te habrás dado cuenta que cuando una persona tiene constantes ataques de ira, los demás suelen alejarse de ella. Esto puede pasar con tu familia, con tus amigos y con tu pareja, tómalo en cuenta, ¿no quieres eso o si?
Afecta tu vida laboral
En los trabajos también sucede. ¿Qué pasa cuando compartes oficina con una persona que tiene ataques de ira? ¡Te alejas! Los compañeros quieren estar lo más lejos posible de esas personas.
La ira fomenta ira ¡mucho cuidado!
Y como dicen: violencia genera violencia. Naturalmente, si tienes ataques de ira, ésta se puede contagiar y hacer que las demás personas reaccionen de la misma forma. Y los problemas que quizá ni eran tan importantes se pueden hacer enormes.
Podrías perder el control y hacer algo de lo que te lamentes
No deberías llegar a esto, a veces cuando perdemos el control decimos o hacemos cosas de las que luego nos lamentamos. Una palabra o un golpe pueden desencadenar problemas mayores.
¿Te imaginas decirle algo ofensivo a tu pareja o a tus papás? Te aseguro que después te arrepentirás y no sabrás donde meter la cabeza. ¿Golpear a tu mejor amigo? Ni lo digas. Nadie quiere pasar por esas situaciones.
Problemas de salud física
Como te compartía, los problemas que te pueden generar los ataques de ira no sólo tienen que ver con el entorno social, sino con tu propia salud. Algunas de las afectaciones físicas que podrías sufrir son:
- Diarrea.
- Náuseas.
- Estreñimiento
- Vómitos
- Gases
Pero además, si la ira es constante te puede llevar a problemas de salud mayores como:
- Presión arterial alta
- Diabetes
- Enfermedades cardiacas
- Accidentes cerebrovasculares
- Úlceras
- Dolor crónico
Problemas con tu estado de ánimo
Otros problemas que puedes presentar están relacionados con el estado de ánimo. En un nivel mayor, podrías enfrentarte a la ansiedad y a la depresión, ésto requiere ayuda de un especialista.
Presentar casos de ira con regularidad podría llevarte a presentar ansiedad y vivir en un círculo vicioso del que será más complicado salir. Por ello es importante controlarlo antes de que escale.
¿Cómo identificar si tienes un 'Trastorno Explosivo Intermitente'?
Sucede que si los episodios de ira son constantes y son acompañados de violencia podríamos estar ante un caso de Trastorno Explosivo Intermitente. Se trata de un trastorno que es crónico, puede continuar durante años si no se trata.
Puedes darte cuenta cuando los siguientes síntomas son constantes:
- Surgen berrinches continuos.
- Las discusiones se vuelven intensas.
- Hay gritos.
- Los casos pueden llegar a la violencia física.
- Hay amenazas hacia las personas o los animales.
- Se siente una liberación al momento pero después te atrapa el remordimiento y la vergüenza.
¿Cuando los ataques de ira necesitan atención psicológica?
Te entiendo, a veces resulta difícil aceptar que tenemos un problema, pero es necesario ser autocrítico si deseas una vida más saludable.
Platica tu situación con tu médico familiar, él te recomendará con un psicólogo y éste a su vez te ayudará a diagnosticar el problema y a ofrecerte el mejor tratamiento.
¿Qué puedes hacer para controlar tus ataques de ira por ti mismo?
Si crees que has tenido ataques de ira pero todavía no representan un problema mayor para ti, puedes probar algunas sugerencias para controlarte. En seguida te platico:
Desaprende tus conductas más problemáticas
Debes aprender a identificar qué es lo que generalmente desencadena tu furia. Detecta las situaciones, las palabras o la forma en que te lo dicen.
Practica formas de reaccionar ante esas situaciones que te hacen enojar. Es importante que lo hagas una y otra vez hasta tenerlo dominado. Es volver a aprender otra forma de reaccionar ante lo que te molesta.
Evita el consumo de bebidas que alteren tu estado de ánimo
El alcohol puede alterar tu estado de ánimo, así que es preciso que si eres bebedor, busques la forma de reducirlo. Busca amigos que te inspiren a hacer ejercicio, busca una vida sana.
Pide ayuda a un ser querido
Siempre funciona: no es facil pedir ayuda y menos a un desconocido, así que puedes acercarte a la persona que más quieres, para contarle lo que te está sucediendo. Es claro que esa persona buscará lo mejor para ti. Tenle confianza.
Los ataques de ira pueden conducir tu vida hacia un lugar que no deseas, por ello es preciso resolverlos. Y ahora ya sabes que tienen una solución, es cuestión de que trabajes en ello y decidas controlar tu vida y caminar hacia un futuro estable.
Si quieres ver más artículos como ¿Por qué se dan los ataques de ira y cómo controlarlos? entra en la categoría Inteligencia emocional ¡Gracias por tu visita!